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Las exhumaciones en Cádiz no hallan los restos de dos supuestos "bebés robados"

BEBÉS ROBADOS CÁDIZ

Las exhumaciones en Cádiz no hallan los restos de dos supuestos "bebés robados"

EFECádiz14 feb. 2018

Los trabajos de exhumación que se llevan a cabo en el Cementerio de San José de Cádiz para investigar 46 casos de bebés supuestamente robados han destapado ya indicios de que dos de ellos no fueron enterrados, como les dijeron a sus padres y "oficialmente consta", por lo que podrían estar vivos.

La Asociación SOS Bebés Robados de Cádiz, que impulsa estos trabajos que se realizan en el antiguo cementerio desde el pasado mes de octubre, ha dado a conocer hoy que en una de las sepulturas fue hallado en noviembre un féretro vacío.

En él supuestamente debía estar enterrado un niño que nació la Nochebuena de 1984 en un hospital de Cádiz.

El bebé nació en aparente buen estado de salud. Como en la mayoría de los casos que se investigan los padres apenas vieron al recién nacido porque el personal del hospital se lo llevó al nido y, al poco, les comunicaron que había fallecido.

Años después, alertada por ciertas sospechas de que su hijo en realidad no había muerto, su madre denunció los hechos, pero el juzgado de instrucción número 4 de Cádiz archivó el caso por falta de pruebas, según ha relatado a EFE Concepción Herrera, presidenta y fundadora de la Asociación SOS Bebés Robados de Cádiz.

De los 46 casos que se investigan en el antiguo cementerio de Cádiz, era uno de los que aún no habría prescrito. Por eso la fosa en la que supuestamente estaría el féretro de este bebé ha sido una de las primeras en ser excavadas.

El descubrimiento de que la caja estaba vacía ha permitido que la familia pudiera entregar al juzgado un informe dos días antes de que el caso prescribiera, el 24 de diciembre pasado.

"Se corrió mucho para hacer el informe, aun no sabemos nada de si el juez reabrirá el caso", dice la presidenta de la asociación.

Unos días después, en otra de las sepulturas excavadas se extrajeron más de 40 féretros, todos con sus correspondientes restos.

Pero faltaba uno, el de un bebe que nació, también en un hospital de Cádiz, el 6 de abril de 1975, y que según la documentación debía estar enterrado en esta sepultura.

En este caso, según relata Chari Herrera, la madre, enferma de meningitis, dio a luz a los ocho meses de embarazo.

Nada más nacer, en aparente buen estado, se llevaron al bebé al nido, mientras toda la familia se volcaba en la mujer porque su estado había empeorado mucho y les dijeron que iba a morir, como así sucedió una semana después.

Cuando apenas habían transcurrido 24 horas del parto, les comunicaron que el niño había muerto y nunca les enseñaron el cuerpo.

Su hermana, que entonces tenía unos tres años, se quedó con la sospecha y en el 2010 denunció los hechos al juzgado para que se investigara el caso, que se archivó porque había prescrito.

Aun quedan muchas exhumaciones por realizar en este cementerio, cerrado hace 25 años y demolido.

De las 42 sepulturas que se tienen que abrir, cada una de ellas con más de 30 féretros, se han abierto de momento diez. "A este ritmo los trabajos acabarán en un año", dice Chari Herrera.

Los familiares de estos dos niños cuyos restos no han sido hallados y la asociación SOS Bebés Robados reclaman ahora que se puedan hacer pruebas de ADN para confirmar el extremo de que los cuerpos no estén en otras de las cajas de la misma sepultura, distintas a la que, según los libros de enterramiento que se realizaron entonces, les fueron asignadas.

A la espera de que el Ayuntamiento autorice estas pruebas, a los familiares de estos dos niños se les ha abierto un nuevo mar de incertidumbre y dudas.

"La realidad es que, para la mayoría de las víctimas por el robo de bebés, lo mejor que nos podía ocurrir es que los niños aparecieran enterrados, en la forma más fácil de cerrar el duelo por la desaparición de los niños", dice la asociación en un comunicado.

Ahora, tanto la madre como la hermana de los dos bebés cuyos cuerpos no han sido encontrados en sus supuestas sepulturas están "muy mal", dice Chari Herrera.

"Antes tenían una duda pequeñita. Ahora una certeza, que aquellos niños no fueron enterrados donde dijeron, ahora es más probable que antes que estén vivos. Y ahora se preguntan cómo seguir buscando", explica la presidenta de SOS Bebés Robados Cádiz.

Ella busca a su hermana, que nació el 10 de enero de 1975. En el hospital dijeron a sus padres que la niña había enfermado súbitamente y había muerto. Les enseñaron un paquete cerrado de vendas y esparadrapo.

En el lugar donde estaba enterrada, ha aparecido una pulserita con sus mismos apellidos y unos huesos, tan deteriorados ya por la humedad que será imposible hacerle pruebas de ADN para confirmar que son restos de su hermana.

Pero, al menos, sus dudas se han empequeñecido, porque en su caso, el féretro existía y en él había restos.

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