No hallan el cadáver en otra exhumación en San Sebastián por el robo de bebés

No hallan el cadáver en otra exhumación en San Sebastián por el robo de bebés

Los jueces han ordenado que se desentierren más cuerpos por otras denuncias presentadas en Gipuzkoa

JUANMA VELASCOSAN SEBASTIÁN.
Panteón familiar del cementerio donde se hizo la exhumación./ Luis Michelena/
Panteón familiar del cementerio donde se hizo la exhumación./ Luis Michelena

Acompañada de su marido y de ocho de sus nueve hijos, Mercedes Ocáriz madrugó ayer para afrontar, a sus 72 años, uno de los tragos más difíciles que le había reservado la vida. «Es muy duro enfrentarse a la apertura de la tumba de tu propia hija», señaló esta donostiarra al abandonar el cementerio de Polloe, adonde acudió para descubrir que el cuerpo no estaba allí.

El camposanto de San Sebastián fue escenario ayer de la primera exhumación ordenada por un juez en Gipuzkoa en el caso de los bebés robados -en septiembre pasado se decretó otra medida similar en el cementerio vizcaíno de Derio, en la que sí se encontró un cuerpo-. Esta vez, la decisión se tomó a raíz de la denuncia presentada en la Fiscalía por la familia de Mercedes Ocáriz, que sospecha que le arrebataron a su hija Rebeca pocos días después de nacer, en julio de 1977, para supuestamente darla luego en adopción.

Una sospecha que, tras lo ocurrido ayer, cobra mayor peso. Y es que no se encontró ningún resto, según revelaron fuentes cercanas a la familia. Los mismos medios prefirieron ser prudentes hasta recibir «una confirmación oficial», pero adelantaron que si el bebé hubiera sido entregado a otros padres, seguirán con su búsqueda: «No vamos a parar hasta encontrarla».

La apertura del panteón familiar tuvo lugar pasadas las nueve de la mañana, bajo la supervisión del juez que ha abierto las diligencias. A Mercedes le preguntaron «en qué posición recordaba que se puso el féretro de la niña», ya que ella estuvo en su día presente en el entierro. Al final, la búsqueda no dio resultados, aunque Mercedes había rezado para que su pequeña estuviera enterrada en Polloe. «Egoístamente quiero que mi hija esté ahí», señaló. «Hasta ahora la he tenido presente, pero estos meses han sido más agitados. Entre todos haremos lo posible para encontrarla», añadió la mujer.

La exhumación de Polloe no será la última. En el marco de las diligencias previas que están llevando a cabo los titulares de los juzgados que investigan cada expediente, en las próximas fechas se desenterrarán más tumbas, una de ellos en el cementerio del municipio guipuzcoano de Itsasondo.

SOS Bebés Robados

Desde la asociación SOS Bebés Robados Euskadi -que agrupa a afectados por las supuestas adopciones irregulares registradas durante el franquismo y los primeros años de la democracia- aseguran que este tipo de diligencias se están llevando a cabo en casos concretos: cuando el enterramiento tuvo lugar en panteones familiares. En el resto de denuncias, la práctica de la exhumación resulta más complicada.

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