Auto de Garzon

EN EL AUTO DE GARZÓN; El juez, entonces todavía en la Audiencia Nacional, denuncia en un auto el robo de cerca de 30.000 niños durante el franquismo, basada en fuentes históricas durante la dictadura entre los años 1944 y 1954.
 Anteriormente no hay constancia de una cifra, porque no existían registro alguno, por lo que la cifra puede ser aun mayor.
 "Durante más de 60 años no ha sido objeto de la más mínima investigación", asegura.

Reproducimos parte del texto que el capellán Juan A. Tardío remitió en 1952 a unos padres adoptivos para ’legalizar’ a su nueva hija sin que la verdadera madre biológica pudiese evitar
Este documento es uno de los mencionados por el juez para argumentar el robo de niños en el Franquismo. "Cuando la superiora hacía unas horas me había entregado esos papeles fue cuando la madre se presentó en la Diputación a decir que aquí no le daban razón de una niña que en tal fecha ella echó (...): Y ahora rebuscando entre los papeles de mi archivo los encuentro y se los envío para que hagáis lo siguiente. El ese grande (sic) de la Diputación lo tenéis que rellenar entre uds, el alcalde y el párroco y debidamente firmado lo traen uds cualquier día a la Diputación (...). Si por casualidad os preguntara Serrano, que cómo habéis tardado tanto en ir uds le decís solamente que (...) había estado enfermo y esperabais como es natural a que el esposo se pusiera bien (...).
Enseguida que arregléis lo de la Diputación y para arreglar la prohijación notarial vais al notario D. Ángel Sainz de la Maza, calle Castelar 18 [Sevilla], y terminados estos trámites la niña lleva vuestros apellidos (...): si queréis que la niña no aparezca con vestigio ninguno de la Cuna, luego que arregléis lo del notario vais al Palacio Arzobispal con los documentos de la Prohijación de la Diputación y con la prohijación notarial, y allí en la vicaría del Arzobispado le arreglan el asunto, de manera que mandan un oficio a la Casa Cuna para que se inutilice la partida de bautismo y otro oficio a la Parroquia que ustedes quieran para que pongan una fe de bautismo nueva".




Comentarios

Entradas populares de este blog

los casos de la casa de la madre c/goya 120

Los pisos nido de Mercedes de Grass LOS “PISOS-NIDO” DE DOÑA MERCEDES Una mujer montó en Bilbao una extensa red de casas para esconder a embarazadas de familias burguesas - Los bebés eran dados en adopción. NATALIA JUNQUERA / JESÚS DUVA 10 MAR 2011 Durante décadas miles de bebés en España fueron sustraídos o separados irregularmente de sus padres. Sigue la serie de EL PAÍS sobre este tráfico de niños y ofrece el relato de las víctimas y de quienes participaron en las tramas. Un nombre de mujer se repite en los sobrecogedores relatos de muchas de las madres que están denunciando el robo de sus hijos: el de Mercedes Herrán de Gras, que levantó una extensa red de pisos-nidopara embarazadas en Bilbao. Su finalidad era entregar a niños en adopción a través de una asociación fundada ex profeso por ella misma llamada María Madre. Doña Mercedes, como siguen refiriéndose a ella aquellas mujeres, llegó a tener en alquiler ocho viviendas en cada una de las cuales había una media de entre 10 y 22 chicas en periodo de gestación. "Todas le teníamos miedo. Era una mujer muy soberbia, muy rica. Siempre iba muy enjoyada. Tenía varios abrigos de piel. Casi no hablaba con nosotras. Solo venía, nos tocaba el vientre y calculaba el tiempo que nos faltaba para dar a luz", recuerda Dolores Chumillas, una de las chicas que fue a parar a uno de aquellos pisos. En su caso, fue captada por Fernando Ayala, un cura que remitía a los pisos de doña Mercedes a las jóvenes que conocía en la parroquia de San Nicolás de Bari. Los padres pagaban 25.000 pesetas al mes por la estancia de las jóvenes Las embarazadas pobres costeaban su hospedaje haciendo la limpieza A muchas se les forzaba a dar al bebé en adopción para eludir el escándalo La cabecilla de la red intercambiaba niños con una monja de Tenerife Al llegar allí, Dolores se sintió fuera de lugar. "En el piso, que estaba en la calle de la Alameda de Urquijo, había 19 chicas más embarazadas. Todas eran de familias bien. Se vestían de manera diferente, hablaban de una forma distinta, tenían las manos muy cuidadas, joyas... Sus padres iban a verlas con frecuencia", recuerda Dolores, a la que Mercedes puso a trabajar "como fregona" del resto de mujeres que había en la casa para costear su estancia. "Eran hijas de jueces, médicos, abogados, aristócratas, políticos, militares, empresarios...", asegura otra de las inquilinas de aquella casa, que prefiere ocultar su nombre y acusa a Herrán de Gras de robarle a su hijo en 1974. "El 90% eran adolescentes", añade. "Eran nuestros padres los que nos metían allí, pero algunas aceptaban que las internaran en aquel piso como una forma de ocultar el embarazo y luego deshacerse del niño. Otras, como yo, que tenía 17 años, estábamos allí forzadas por nuestros padres y no queríamos dar a nuestros hijos", recuerda. "Mi padre estuvo reprochándome durante años el dinero que le había costado mi estancia allí. Cada mes, según me dijo, tenía que pagarle a doña Mercedes 25.000 pesetas. Solía decirme que con ese dinero podía haberse comprado un piso". La red de viviendas de Herrán de Gras estaba pensada para las hijas deshonradas de familias burguesas. Pero doña Mercedes tenía tantos compromisos con matrimonios que querían adoptar que también acogió, aunque en condiciones bien distintas, a mujeres como Dolores Chumillas, sin dinero o apoyo familiar de ningún tipo. En estos casos, eran curas como el padre Ayala y monjas como sor Juana Alonso, superiora de la casa-cuna de Tenerife, quienes localizaban a las jóvenes embarazadas y las remitían a doña Mercedes. "Lo teníamos muy bien organizado. Yo he ido más de una vez a Bilbao. Ella tenía madres que iban a dar a luz y de vez en cuando nos llamaba y nos decía: 'Id preparando a los padres para que vayan a verlo'. Doña Mercedes también me llamaba cuando tenía algún compromiso y nos pedía un niño, y a veces “La señora de Gras dijo a mis padres que no volvieran en tren, que fueran en taxi a Madrid” Mercedes Herrán, más conocida como Mercedes de Gras, regentaba una red de pisos en Bilbao, en los que alojaba a mujeres embarazadas llegadas de todo el país. Esos bebés eran dados en adopción, en muchos casos sin el consentimiento de la madre, una trama de robo de bebés que De Gras lideraba. Ella misma se encargaba de buscar a los padres adoptivos. Paola Romero Rodríguez nació en uno de esos pisos de Bilbao. El hijo de Mercedes Herrán, Luis Gras Herrán, también adoptado. Éste asegura que no tiene documentación de las adopciones que llevó a cabo su madre y que todo lo entregó en la Diputación, en Bienestar Social. “No he conseguido averiguar nada sobre mi madre biológica. No tengo muchas esperanzas, además la Administración no colabora". Con Mercedes Herrán colaboraron varios médicos, curas y una pequeña red de monjas –de las Hermanas de la Caridad de Canarias, Madrid, Valencia y otros puntos del país–, que enviaban y pedían recién nacidos. El intercambio de bebés de una punta a otra del Estado español y la falsificación de documentos garantizaba que esos niños no iban a ser encontrados por sus padres biológicos. Paola Romero, Paula en los documentos de adopción, figura que fue adoptada “en forma plena” desde el primer día, según consta en la partida de nacimiento literal. En ese documento figuran los datos del funcionario y los del secretario. En la partida de nacimiento también aparece el lugar de nacimiento de Paola Romero, Gordoniz 12, dirección de la clínica privada San Francisco Javier de Bilbao que cerró el año pasado. Un ginecólogo de Bilbao, Jesús Fradua Alboniga certifica en la partida literal, el nacimiento de Paola. Algunos médicos que trabajaron en Godorniz 12 colaboraron en las adopciones que gestionaba Mercedes Herrán. También los sacerdotes Miguel Esparza y Fernando Ayala de Bilbao y abogados, que resolvían los expedientes de las adopciones de Bilbao, según la documentación en poder de los afectados.

la antigua inclusa de Madrid