Se ha jugado con el miedo de las personas
"SE HA JUGADO CON EL MIEDO DE LAS PERSONAS"
De algunas de las adopciones han pasado ya muchos
años, pero estos sucesos han sido "silenciados" hasta hoy, ¿por qué
esta situación conocida más o menos en Bilbao o en otros sitios no ha tenido
mayor trascendencia?
Que no haya tenido trascendencia, se debe principalmente a que se ha jugado con el miedo. Primero a las consecuencias legales que hubiese tenido en fechas anteriores al año 2000. También por las ramificaciones que tienen estas adopciones entre ellas las de personas íntimamente ligadas al Estado, Iglesia, política, medicina, abogacía y otras profesiones que por su calibre verían comprometido su buen nombre.
Que no haya tenido trascendencia, se debe principalmente a que se ha jugado con el miedo. Primero a las consecuencias legales que hubiese tenido en fechas anteriores al año 2000. También por las ramificaciones que tienen estas adopciones entre ellas las de personas íntimamente ligadas al Estado, Iglesia, política, medicina, abogacía y otras profesiones que por su calibre verían comprometido su buen nombre.
Todo ello ha hecho que se esté ojo avizor con este tema para parar
cualquier tipo de investigación o reclamación que puedan hacer tanto los hijos
adoptivos como las madres biológicas. Incluso me atrevo a decir que por parte
del Estado y de la Iglesia, si hubiese algún tipo de investigación será
indiscutiblemente entorpecida por las mismas personas que rodean este tema.
Todavía tienen el peso suficiente para ejercer su influencia, igualmente muchos
involucrados forman parte hoy día de la sociedad mas exquisita y con puestos
tan importantes como para que conozcamos a algunos de ellos a través de los
medios. Su caché social les hace intocables.
Por ejemplo, individualmente muchas personas hemos ido a buscar a
la Diputación. La primera vez que me personé para hablar de este tema y pedir
ayuda y que se encontrara a mi hijo fue en 1978. Posteriormente, en años casi
sucesivos he seguido yendo sin conseguir que me escuchasen. La última vez que
me personé en las instalaciones de la Diputación fue en 1994, más bien me
miraban como si estuviese loca o cometiendo algún pecado, nunca jamás se me
admitió a trámite ningún tipo de reclamación. Si hubiera sido así, tendría que
haber llevado sello de entrada con número de registro y eso hubiese significado
que el Estado se enterara del asunto oficialmente.
Sé que otras personas han hecho lo mismo que yo, inclusive este
mismo año. Lo único que hemos conseguido son buenas palabras, "vamos a
ver", "le avisaremos", "no habíamos oído hablar antes de
algo parecido". Pero, sigue sin admitirse ni una sola reclamación oficial.
En los años que llevo en contacto con personas en situaciones similares, no he
encontrado a ninguna que posea un comprobante con sello de entrada y fecha de
registro de su reclamación.
Incluso, el juez Baltasar Garzón ha llegado a
afirmar que esto ha sido más grave que lo ocurrido en Argentina, ¿cómo os
enterasteis de vuestra situación?
Si no más grave, se podrían equiparar perfectamente las dos situaciones. Al igual que muchos niños fueron adoptados dentro y fuera de Argentina, aquí pasó lo mismo. Por ejemplo, hay un afamado arquitecto a nivel mundial de unos 34 o 36 años aproximadamente, que fue dado en adopción fuera de España a través de Mercedes Grass. Al igual que muchos otros anónimos.
Si no más grave, se podrían equiparar perfectamente las dos situaciones. Al igual que muchos niños fueron adoptados dentro y fuera de Argentina, aquí pasó lo mismo. Por ejemplo, hay un afamado arquitecto a nivel mundial de unos 34 o 36 años aproximadamente, que fue dado en adopción fuera de España a través de Mercedes Grass. Al igual que muchos otros anónimos.
En el caso de las madres biológicas nos enteramos porque vivimos
la situación desde el epicentro, los hijos adoptivos se han enterado la mayoría
después de haber cumplido entre 26 y 30 años. Si lo supieron antes, fue porque
o no concordaban con la familia que los adoptó o porque habían tantas
diferencias físicas que lo sabían sin que se lo dijeran. Muchos hijos que se
creían biológicos se han llevado la sorpresa. Hay de todo, desde fechas de
nacimiento cambiadas, hasta personas inscritas en dos países distintos o
nacidas en Bilbao y posteriormente registradas en Madrid, concretamente en la
Clínica O´Donnell.
Lo más triste de todo esto es su objetivo principal: eliminar
rastros para que madres e hijos no se pudiesen encontrar. En el caso de las
madres biológicas hubo de todo, desde la jovencita que no podía cuidar a ese
hijo y tuvo que darlo en adopción, a otras que si querían a sus hijos pero que
eran obligadas por la familia a ir a casa de Mercedes para pasar el embarazo;
otras que por falta de medios y una familia que las quisiese ayudar terminaban
pidiendo ayuda a sacerdotes y monjas. Ayuda para tener un techo, comer y unos
mínimos cuidados médicos, además de trabajo o seguir estudiando, unas sabiendo
a lo que iban aunque no querían y otras sin saberlo pero que se enteraban allí
y tampoco querían dejar a su hijo. Hay que retrotraerse a los años “70, en mi
caso, e incluso a los “80 y parte de los “90 para hacerse una idea de las
diferencias sociales y culturales. La presión de todo tipo, religiosa, familiar
y social que tenían las menores en esos años e incluso alguna mayor de edad.
Básicamente eran menores ninguneadas, humilladas, despreciadas de
la clase baja y media. Igualmente de la media alta y alta, pero con la
diferencia que la familia tomaba el mando para ocultar la mancha que
significaba tener una hija embarazada soltera y un nieto bastardo.
La mayoría de edad se alcanzaba con 21 años, con la democracia fue
lo mismo, pero barnizado. Ser mayor de edad con 18 años tampoco significaba
ninguna diferencia, las normas morales y sociales seguían siendo las mismas.
Había muchas maneras de hacerte el lavado de cerebro y doblegar tu voluntad, desde
reconversiones y charlas exhaustivas para demostrarte el daño tan grande que le
hacías a la familia, hasta palizas, amenazas e, incluso, encierros en
reformatorios, colegios de monjas y otra serie de sitios como tu propia casa,
de la que no podías salir a no ser que te pusieras una faja que te cortaba la
respiración, para que no se notara nada.
En el caso de los adoptados al enterarse entraban en un lógico
shock, preguntaban de todo sin encontrar respuestas, porque los padres
adoptivos no quieren hablar de ello en su mayoría. Llega un momento lógico que
los adoptados dejan de preguntar a sus padres para no hacerles daño, porque los
quieren y ellos se muestran vulnerables con ese tema. Comprendo perfectamente
que los adoptados quieran a sus padres adoptivos como propios porque les han
criado, querido y consolado desde pequeños, pero no veo bien el chantaje
emocional que ejercen desde el cariño para no hablar de un tema tan importante
para un hijo al que quieres con toda tu alma.
Después de esto suelen empezar las averiguaciones por su cuenta,
sacan partidas de nacimiento literales o el legajo del nacimiento. Empiezan a
buscar por todos sitios información, hablan con tíos o primos que puedan saber
algo, otros con amistades. Después contactan con otros adoptados y preguntan en
las instituciones buscando ayuda y poder encontrar así sus raíces. Les llegan
informaciones contrapuestas, la verdad disfrazada de su propia familia y en
algunos casos mentiras.
Por suerte, algunos tienen la suerte de saber la verdad desde el
principio, hay padres adoptivos que saben la verdad y tienen nombres y
contactos, hay padres adoptivos que realmente no saben nada más que el modo en
que adoptaron. En todo el proceso, desde que se enteran de verdad, y no es una
intuición o una palabra suelta escuchada detrás de una puerta, tienen muchos
altibajos emocionales, inseguridades, remordimientos porque sienten que están
traicionando a sus padres adoptivos, al mismo tiempo piensan que fueron
abandonados porque no los querían y mil cosas más, casi todas truculentas. No
juzgar que pasó antes de saber es peligroso, pero es una defensa inconsciente
que les asalta continuamente debido a las dudas y a las barreras que les ponen
para saber.
Con el deseo de encontrar no ya para recuperar nada porque es
imposible, pero si ver la cara de la madre que te parió, escuchar su historia,
saber sus motivos o las causas propias o ajenas que hicieron que se cambiara el
curso de sus historias personales. No creo que haya nada peor que pensar que tu
madre no te quería, te abandonó, te regaló o vete tú a saber.
Por otro lado, hay una cuestión que pocas veces se menciona. Hay
madres biológicas menores, que firmaron la adopción de su hijo, otras muchas
que no lo hicieron, pero nadie ha se ha parado a reflexionar sobre qué valor
puede tener la firma de una menor cuando ha sido presionada y obligada a firmar
incluso bajo amenazas (no es mi caso porque yo no firmé nada y sabían que si lo
intentaban rompería en mil pedazos el papel). Conozco casos en los que los
padres o algún miembro de la familia acompañaban a la menor a firmar, quisiera
o no. También es posible que en representación de la menor ausente firmaran los
padres. ¿Es legal eso? Parece un abuso de menores en todos los sentidos de la
palabra. Estos pequeños ejemplos eran la atmósfera que se respiraba.
A la hora de intentar recomponer vuestra vida
privada, ¿con qué trabas os habéis encontrado, ya sea tanto a nivel personal o
a nivel institucional? ¿Creéis que alguna vez se podrán encontrar las pruebas
que demuestren todo lo que denunciáis? ¿Recomponer la vida privada? En algunos casos hasta puede
que lo consigan, generalmente no se consigue, sólo vives pensando llegar a la
mayoría de edad para buscar al hijo que te quitaron. En ese intervalo de tiempo
que pasas siendo menor hasta que eres en adulto por decreto, le das mil vueltas
a la cabeza. Haces infinidad de planes de cómo vas a buscar, qué vas a hacer.
Sólo te mantiene la esperanza de que una vez adulta, porque la ley así lo dice
recuperaras a tu hijo. Craso error.
Intentas conservar alguna prueba, en mi caso dejé constancia de mi
embarazo (no voy a decir como). Intentas mantener algún tipo de contacto con
personas del entorno en el que estabas y lo guardas como oro en paño. También
vives atormentada, triste, enfadada y sola, muy sola. Te da la sensación que
más que caminar te arrastras, no duermes, tienes que ponerte una mascara para
poder relacionarte con los demás. Te vuelves desconfiada, mal pensada, te
relacionas con los demás en función de las aportaciones sociales y contactos
que tengas para poder entrar en ciertos círculos que crees te pueden introducir
en la tela de araña indicada (ni se pueden imaginar hasta donde pude llegar).
Empiezas a buscar en tu mente cosas que podías haber hecho para
estar con tu hijo, pero por más que pienses tenía que haber hecho esto o lo
otro era imposible. La maquinaria estaba diseñada para precisamente privarte de
cualquier tipo de recurso, en mi caso fue así porque yo no quería bajo ningún
concepto dejarlo. Lo tuve en mis brazos y me lo arrancaron. Después te duermen
y cuando despiertas ya no está, se valen de tu vulnerabilidad física y
emocional para hacer lo que quieren.
Dejando a un lado las vivencias de ese momento, una vez llegas a
la mayoría de edad empiezas a buscar, pero ni sabes por donde empezar. Lo
primero de todo es ir al sitio de donde saliste unos años atrás vacía. Tocas a
la puerta para hablar y reclamar a tu hijo, te encuentras con palabras como
estas: "Aquí no has estado nunca"; "te lo advierto, todo está
borrado. No existes. No hay nada, estás loca". "Te expones a una
denuncia y no podrás probar nada". Te echan de malos modos y te dan con la
puerta en las narices, visitas al cura que hacía de “consejero espiritual” en
el piso, te da una charla sobre la vida, que olvides el pasado y te aconseja
por tu bien que desistas. La verdadera prueba de fe está en aceptar los
designios de Dios, intentas no quemar ese contacto para seguir insistiendo de
otras maneras.
Todo inútil. También buscas a alguna compañera de convivencia en
el “piso”, pero no sabe nada. Una conversación tensa de la que no sacas nada en
claro. Al fin y al cabo también pasó desasosiegos parecidos aunque a lo mejor
de manera diferente. Buscas a otras personas que estuvieron contigo, a unas las
encuentras a otras no. Encargas pesquisas a algún detective, al final nada de
nada, porque aunque encuentre pequeñas pistas terminan desvaneciéndose.
Pero sigues, no te puedes creer que no te crean. No puedes creer
que no haya nadie que quiera ayudarte. No te puedes creer que todo esté tan
bien organizado para el olvido, pero sigues. Entre tantos "no" es
posible que encuentres un "sí", no importa cuantas veces te caigas
por el camino. No importa cuantas puertas se cierren. No importa que tus amistades
y conocidos sean una farsa en tu fuero interno, aunque necesitas relacionarte
con los demás como ser humano, tus relaciones personales son una mentira. No
puedes hablar de ello con nadie, sabes que a mucha gente que conoces ni te importan,
ni te interesan. Ni tú tampoco a ellos. Lo sabes aunque no lo demuestren, pero
tienes que estar por si hay algún resquicio. Tienes miedo de que te miren mal y
te aparten. Tienes miedo a que desaparezca alguna prueba externa si existe.
Tienes miedo a no encontrar a tu hijo. Aunque puedas parecer de cara a la
galería una persona normal, no lo eres, tú notas la diferencia entre ellos y
tu. Pero sigues.
A nivel institucional nada. Ni saben, ni quieren saber. Aunque en
algunas ocasiones se ponen muy nerviosos, las puertas siguen cerradas.
Sí creo firmemente que se puede encontrar si las personas
colaborasen. Sí creo que se puede encontrar, si la compra-venta de favores no
existiera. Sí creo, si se deja de tener miedo al que dirán y las personas que
tienen expedientes o algún tipo de dato importante o que participaron tanto
voluntariamente como involuntariamente hablara. Pero es una utopía, el peso de
la ’honra’ mal entendida, el seguir siendo personas de bien por fuera aunque no
por dentro, la mala conciencia, los compromisos morales y religiosos adquiridos
y la reputación amén del dinero y la posición social impide que muchas personas
cierren el círculo de su propia vida. Así viven sin saber ni siquiera que
bagaje biológico van a aportar a sus hijos o si son portadores, sin saberlo, de
algún tipo de enfermedad que se pueda atajar haciendo revisiones especiales o
simplemente saber quien era la persona que los llevó en su vientre.
Pero los primeros interesados en que no se averigüe nada son las
instituciones, mejor dicho, las personas que forman parte de nuestras
instituciones oficiales y privadas.
Según se avancen las investigaciones iniciadas en
Madrid se podrían conocer nuevos datos, me imagino que estaréis deseando
conocer nuevos datos o es un tema tan complicado que esto puede ser muy duro
anímicamente...
Sólo se van a conocer unos pocos datos, los reales no. En primer lugar, porque a los médicos y personal sanitario involucrado no les interesa, además de los abogados, notarios y personal funcionario de aquella época. Duro anímicamente no, no será mas duro de lo que ha sido hasta ahora, creo que más bien se sentirá alivio. Vivir sin saber los por qué de los acontecimientos y el cómo es todavía peor.
Sólo se van a conocer unos pocos datos, los reales no. En primer lugar, porque a los médicos y personal sanitario involucrado no les interesa, además de los abogados, notarios y personal funcionario de aquella época. Duro anímicamente no, no será mas duro de lo que ha sido hasta ahora, creo que más bien se sentirá alivio. Vivir sin saber los por qué de los acontecimientos y el cómo es todavía peor.

Hacer todo sola, ha sido complicado y difícil, pero lo hacía. A
veces trabajaba en varios sitios porque tenía que capitalizarme, como me ha
sido imposible dormir con normalidad tampoco echaba de menos quitar horas al
sueño para que me diera tiempo a todo. El ajetreo continuo, el trabajo y la
investigación constante hacia que no me quedara tiempo para pensar en mi misma.
Si hubiese podido pensar me hubiese vuelto loca, escogí tener ocupadas las 24
horas. Cuando dormía era por cansancio físico y emocional agudo y si quedaba
algún hueco rápidamente lo llenaba. Lo más importante era tener la mente
ocupada, dejé de verme. No me podía permitir vivir, porque significaba tener
que pensar y no podía pensar, porque entonces me hubiese vuelto loca.
Problemas en internet no, si quitamos los desagradables correos en
los que te dicen "si lo distes, ahora que quieres", "no te da
vergüenza estropear la vida de tu hijo, que tiene unos padres que sí lo
quieren" o "ten otro y se te quita todo". Yo que sé. He puesto
sólo lo suave, lo que sí he encontrado son multitud de adoptados que quieren
saber que pasó y por qué fueron adoptados. Son personas normales, que quieren a
sus padres adoptivos muchísimo y los consideran sus verdaderos padres; otros
que se quedaron huérfanos siendo pequeños; otros que les fue mal en la
adopción. He encontrado todo tipo de situaciones, pero el común denominador de
todos ellos es saber de dónde vengo y quién era mi madre biológica, mirarla y
saber por qué no me pudo tener con ella, saber si tienen hermanos. ¡Han echado
de menos tanto tener un hermano/a!
Aunque en principio, comenzó como una venganza ante
las "madres rojas", después se convirtió en un negocio, ¿por qué esto
no ha significado un handicap para que esto siga siendo un tema totalmente
tabú?
Hay que hacer una diferencia básica en las adopciones. Cuando se acabaron por temas políticos, se siguió la misma dinámica en dos vertientes diferentes. Una, la de "hacer una obra de caridad" con madres que realmente no podían mantener a sus hijos, con niños que se dejaban en el torno de la Casa Cuna, precisamente por la vergüenza de haber tenido un hijo en relaciones pecaminosas y encima estar soltera. Situaciones que todos conocemos como puede ser que el señorito de turno estuviese con la criada o bien porque el novio te dejó embarazada y no se hacía cargo, aunque fueses de clase alta o baja, una violación, etc. Además, empezó a haber una demanda bastante importante por parte de matrimonios en el transcurso de la paz, matrimonios que no podían tener hijos y que eran objeto de cuchicheos por ser estéril. En esa época no era plato de gusto, además que todas las mujeres en algún momento de su vida sienten la necesidad de ser madre y si no puedes haces lo posible por tener un bebé. Muchas señoras antes de adoptar fingían un embarazo o se iban de viaje y venían con un niño/a, muy pocos matrimonios reconocían abiertamente las adopciones ante los demás.
Hay que hacer una diferencia básica en las adopciones. Cuando se acabaron por temas políticos, se siguió la misma dinámica en dos vertientes diferentes. Una, la de "hacer una obra de caridad" con madres que realmente no podían mantener a sus hijos, con niños que se dejaban en el torno de la Casa Cuna, precisamente por la vergüenza de haber tenido un hijo en relaciones pecaminosas y encima estar soltera. Situaciones que todos conocemos como puede ser que el señorito de turno estuviese con la criada o bien porque el novio te dejó embarazada y no se hacía cargo, aunque fueses de clase alta o baja, una violación, etc. Además, empezó a haber una demanda bastante importante por parte de matrimonios en el transcurso de la paz, matrimonios que no podían tener hijos y que eran objeto de cuchicheos por ser estéril. En esa época no era plato de gusto, además que todas las mujeres en algún momento de su vida sienten la necesidad de ser madre y si no puedes haces lo posible por tener un bebé. Muchas señoras antes de adoptar fingían un embarazo o se iban de viaje y venían con un niño/a, muy pocos matrimonios reconocían abiertamente las adopciones ante los demás.
Debió de dispararse el número de matrimonios que querían adoptar y
disminuir el número de madres que daban en adopción a sus hijos, al subir el
nivel de vida de la población podrían quedarse con ellos e incluso enfrentar la
situación de vergüenza (conozco algunas que lo hicieron así), y seguro que en
este punto es donde empezaría el problema.
La otra vertiente han sido las adopciones forzadas e ilegales que
nacerían por esa época. En principio no descarto que siguieran habiendo
adopciones caritativas, pero al escasear los bebés y haber madres dispuestas a
quedarse con sus hijos y ante la vergüenza que supondría para la familia este
hecho, la mejor opción era obligarlas y para eso nada mejor que contar con la
experiencia que ya tenían las instituciones y sobre todo el personal
relacionado con ellas.
No olvidemos que a lo largo de la historia ha habido embarazos no
deseados de relaciones "pecaminosas" en la nobleza y en la alta
burguesía, en la que esos niños iban a parar a otras familias. Históricamente
hablando, esto pasaba mucho menos en las clases bajas.
Al igual que la división entre el bien y el mal, la división entre
un tipo de adopción y otro tienen una línea tan fina que se puede traspasar sin
apenas darte cuenta. Es posible que una buena señora muy pía y devota que se
ocupase de las casas de madres solteras o de enfermos o simplemente que
colaboraba con instituciones se viese tentada por ofertas y prebendas. Claro
que siendo cautos, de cara a la galería estaba muy mal visto e incluso penado,
muy bien visto de puertas para adentro y la salvación del honor y la honra de
la familia o niña de turno. No olvidemos que la sociedad de entonces tenía sus
propias normas morales y quería ser impecable, además la alianza Iglesia/Estado
formaba un binomio perfecto y lo que hacía uno, lo tapaba el otro y viceversa.
Como eras menor y poco menos que ni existías a todos los efectos
que no fuese tu propia familia, era perfecto. La familia manda, personas que se
ocupaban de esos menesteres tenían el ganado, las instituciones hacían la vista
gorda, las personas que trabajaban en las instituciones se sentían a salvo de
lo que firmaran. Nadie cuestionaba, nadie preguntaba, te tapaban la boca de mil
maneras, y al final el matrimonio tenía su precioso bebe tan anhelado.
La red se pudo extender por la impunidad que tenían algunos, otros
lo aprovecharon y se dedicaron a lo mismo.
Tabú ¿por qué? Fácil, todos se conocen, todos saben lo que hacen,
todos lo justifican. Hay que encontrar una justificación si no sería demasiado
monstruoso, todos callan porque si habla alguno, el castillo se les cae como si
fueran naipes, tienen demasiadas cosas que ocultar incluso para si mismos. En
momentos de sus vidas fueron cómplices unos de otros, hicieron sus arreglos
incluso dentro de sus propias familias, "no te preocupes, si tu hija está
embarazada yo me encargo", se pide el favor y se hace. Ya lo debes, en
otro momento te pedirán a ti que lo devuelvas: "Fulanito y menganita
tienen un bebé que hay que llevar o traer"; "Tus primos quieren
adoptar un niño, yo se lo doy". Cuando digo dentro de sus propias familias,
me quiero referir al círculo en el que se movían y mueven.
¿Has conocido a algún bebé robado o mujer a la que
le quitarán su recién nacido? En tal caso, ¿cómo fue el encuentro con ellos?
¿Crees denuncias como las que recientemente se han producido pueden ayudar a
que más gente se atreva a reconocer sus dudas o puede tener el efecto contrario
de que sirva para que las pruebas que quedan sean eliminadas?
Conozco a muchos adoptados. No se cuál de ellos será robado o no, pero son personas que necesitan poner su vida en orden. Aunque aparentemente la tengan bien, lo llevan como pueden. A veces buscan con más ganas que otras, porque la presión emocional es fuerte y a veces hay que descansar y darse un respiro, pero no suelen abandonar la búsqueda. Son personas normales pero que tienen sus carencias y procuran no demostrarlo, lo dejan para su intimidad y no voy a contar intimidades ajenas.
Conozco a muchos adoptados. No se cuál de ellos será robado o no, pero son personas que necesitan poner su vida en orden. Aunque aparentemente la tengan bien, lo llevan como pueden. A veces buscan con más ganas que otras, porque la presión emocional es fuerte y a veces hay que descansar y darse un respiro, pero no suelen abandonar la búsqueda. Son personas normales pero que tienen sus carencias y procuran no demostrarlo, lo dejan para su intimidad y no voy a contar intimidades ajenas.
Sí que la ARMH puede ayudar muchísimo. Dar a conocer una etapa
social de España es muy importante, es un arma de doble filo. Da pie a que
otras personas no tengan miedo a salir a buscar y preguntar, porque todavía se
tiene miedo y se va con precaución. Si destruyen expedientes o desaparecen
sería tremendo, es el riesgo que se corre. No me cabe la menor duda que en
algunos sitios pasará, también puede pasar si no se hace nada. Al igual que en
las guerras, la fuerza de la masa es la que moviliza, la masa es la que se ve y
la masa es la que se oye. Si tenemos en cuenta que la gente se moviliza para
cualquier otra cuestión, ¿por qué no solidarizarse y reclamar para personas que
tienes al lado y que sufren la perdida de su identidad? Pero somos hipócritas y
hacemos causa común en problemas ajenos que no supongan molestias de conciencia
porque a poco que miremos cerca encontraremos que alguien muy cercano tiene
algo que esconder. Como colofón, me da pena ver como los juzgados están
abarrotados de expedientes de casos que parecen prosaicos y populistas, por la
fama de muchos personajes. Se gasta mucho dinero oficial, cuando se pone en
marcha la maquinaria judicial para perseguir cosas más peregrinas. Sin embargo,
no para casos realmente graves y serios. Para que las clínicas, médicos,
abogados, particulares y la propia Iglesia abran los expedientes guardados, no.
Para la gente que quiere saber y pueda dormir tranquila por la noche, no.
Un
grupo de 21 supuestos ‘bebés robados’ demanda a las monjas de una maternidad de
Valencia.EFE)
J.
L. OBRADOR. 28.06.2012
Un grupo de 21 personas
de Valencia, Alicante y Castellón afectadas por los casos de bebés robados han
presentado hoy una demanda civil conjunta en los Juzgados de la capital del
Turia contra las monjas de la Casa Cuna Santa Isabel para exigirles la identidad de sus
madres biológicas.
La portavoz de este
colectivo, Ana Isabel Azagra, ha explicado que el número de afectados es
sensiblemente superior, pero las 21 personas citadas han decidido dar el paso por la vía civil,
ya que esta misma congregación, cuya matriz está en Barcelona, fue obligada a
trasmitir allí esa información tras la interposición de una demanda por vía
judicial.
“De momento no podemos
decir que fuimos niños robados, pero sí vendidos. Queremos pedir esos datos. Si
obtenemos una respuesta negativa, no dudaremos en acudir a la vía penal”, ha
indicado Azagra a 20minutos.es.
Los afectados calculan
que en la Casa Cuna Santa Isabel de Valencia vinieron al mundo unos 3.000 bebés que pueden estar
afectados por
esta práctica de sustracción y venta entre 1950 y 1985.
Si no les dan esos datos, dicen que se incrementarán sus sospechas
y acudirán a la vía penal. "Espero no llegar a eso, solo queremos saber
quiénes son nuestras madres biológicas", añade Azagra. En el caso de la
Casa Cuna Santa Isabel de Barcelona, la justicia obligó a dar esos datos y
confían en que aquí suceda lo mismo
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